Llegar al hotel desde la sala de espera.

Siempre me he preguntado por qué los hoteles no han aprovechado el malestar que genera el retraso de un vuelo. A muchos nos ha pasado que ya habiendo chequeado las maletas y estando en sala de espera tengamos que esperar entre una y quien sabe cuantas horas el despegue o que, por variables de conexión tengas que hacer 4 o 5 horas de aeropuerto, sabiendo de antemano que la reserva del hotel corre peligro de perderse.

Allí se genera un espacio precioso para la hostelería: si se pudiera encontrar que mi cadena de hotel, tiene allí un servicio de sofa-cama con una buena manta para dormir mientras espero o tiene un espacio para ducharme y asearme decentemente o un minispa o una persona encargada de ayudarme a planear mi itinerario en la ciudad mientras espero, realmente uno estaría agradecido.

Esta idea puede resultar difícil dado el limitado espacio de las salas de espera o el alto costo de los locales en esta área, pero si hubiese un local a tan sólo 10 minutos del aeropuerto sería viable.